Zascandiles, pelanas y guarripandas boñigales, sé que la atorada rutina en busca del Sein y de vuestras criadillas os impide atender a nimiedades tales como la organización de congresos, charlas, manifestaciones, marchas, orgías zoofílicas, atracos y otros deméritos del Partido, pero en mi nuevo, y auguro breve, puesto editorial como adjunto a dirección y ayudante de producción -esto es, el chico de los recados que además lidia con manuscritos insalubres de catedráticos que escriben peor que los redactores de la Super Pop- el tedio me enfofa, mi rompi i coglioni, me satura el espíritu. Ocho horas de hastío franquean al asesinato virtual de demasiada gente, tanta que se revelan contra mi achurándome la mente. A ese le arrancaba los ojos con dos cucharas, a ese otro boca en el bordillo, tararí y tarará. Fantasía perniciosa que se vuelve contra mí. Y yo soy un mozo sanote cuyos cimientos no deberían tambalearse por veneno burocrático y administrativo.
Dos temas, el primero es imperativo, el segundo una cortesía.
Parrillada ignominiosa v. 2.0. Fechas, lugar, insignias, emblemas, mapas y rotuladores, cuchillos jamoneros, alazanes y gallardetes, ganchitos, chococrispis, vino de cartón, bigote y demás artillería para profanar nuestra casta piedad. Proponer, los dos que atendéis a este lugar morrallero, qué podría hacerse.
Por otra parte, El Partido desea a Áyax un feliz y afeminado aniversario, que ya pasó, pero el tiempo es accidental, brescado, transversal y verde fosforito, qué nos importa, pero ahí va, despeñado de los palacios de la intempestividad, un cuarto de siglo para desdicha de la progresía afrancesada.
Había un tercer tema. Tematizando. Tematizando. Había o estaba y no pueden dejar de colgarme los cojones, por la gloria de Aristófanes. Ortodoxia se disuelve, o se bifurca. Sé que se trata de una noticia demasiado seria para proferirla en tales términos, pero en estos casos es mejor restarle importancia. El tema tematizado es que se inicia una nueva andadura de free-jazz-fussion con a-ritmos posguineanos zarandeados con a-cordes de bouzouki samo-ano tocado con soplillo de pelos nariceros de viudas kazajas. Lo que se debatirá aquí no es el estilo, consensuado en asamblea, sino el nombre de tal proyecto. El cantante dice que hará su labor con un profundo y cerrado acento de la Cerdanya, así que el nombre podría ser El·la Gemin·nada o, siguiendo la estela de Ortodoxia, Komando Salcedo. Qué sé yo, el nombrar no me pertenece.
Ale candongos y ronceros, besitos de don Barclay de Tolly y su enanito azul.