viernes, 4 de enero de 2008

Presto y arcaico


Visto el silencio que puebla la trinchera, inauguro el año, con un saludo, y unas líneas. Hace relativamente poco, estuve viendo una entrevista a Arturo Pérez Reverte, y a raíz de unas palabras, puede que se me esbozara lo que a continuación redacto. La cosa fue así,: Le preguntan ¿Usted echa de menos los tiempos en que el honor se lavaba con sangre? Y responde con un: “No, echo de menos los tiempos en que había honor”.
Anecdótico? No me importa, suficiente por cuanto inspirador. Eso que este escritor estima patrimonio perdido, no es sino un cielo que abraza de azul un sendero, y es que tal y como reza el sentido común, sin un sendero o un modo de caminar afianzado incurrimos en abismal riesgo de patinar, tropezar, y perdernos; Convendran caballeros, en que no camina uno para perderse, si bien puede ser el perderse oportuna ocasión de conquistar una meta. Pero bien, para pérdidas, perdiciones y perdedores, ya hay otros lares, a los que por cuestión de higiene, me propongo no dar cuartel. Rescatemos pues la consigna nietzscheana de que toda queja procede de la debilidad , y atendamos además a que sin concreción en actitudes y conductas, el saber y la reflexión son un lastimoso y pestilente ocio. Por otro lado, el romanticismo es patrimonio del guerrero, sin más poesía éste que la solemnidad de su certero silencio, y la legitimidad de su gesto radical, siendo en aquel indisociable la conjugación de servicio y carácter.
A tales efectos, ilustremos con una imagen a qué refiero. Figurarse un hombre erguido en pie, en un mundo en ruinas, con estoica resolución a no desfallecer, obstinado y leal, hombre a quien todavía dice algo la palabra vergüenza, traición y en cuyo corazón late la dicha de participar en aquello que otros mal llaman en minúsculas tradición. Si os inspira un cierto respeto la metáfora expuesta, acaso ya nos entendamos...y lo que he de decir de mas antójese obvio, voto a Dios que así lo espero. Lo que somos como hombres, arraiga su semilla en nuestra natura. Nuestra natura es aquel misterio que rescatamos en dejar amanecer plácida nuestra memoria de la niñez. Si rescatamos ese color que nos pertenece: nos sentimos partícipes de un mundo que con ilusión descubríamos, unas calles y lugares que vieron nos crecer, con una lúcida inocencia de puñetazos, aventuras y de respeto, al qué pese a que con nuestro impetuoso fuego juvenil lo desafiáramos, jamás juzgamos desprovisto de razón. En esta suerte de viaje a los confines de mi natura, siento con gracia, la historia de refranes, experiencias y sencilla sabiduría que me hicieron hombre, la crónica que me hace descubrirme en lo que riega mis venas. Misterio tal, es el que me hace desenvainar la espada ante el run run que consagra a una generación de zafios adolescentes que no han sido niños, que no han vivido, sino que “juegan a vivir”. Apátridas, carne de cañón,...preludio de un injusto final, pero justamente merecido para quienes han hipotecado el alma-que no les pertenece- en pro de un váter donde ser individuos. Merced a su olvido, sus barrigas llenas y su culpable miopía, hasta el olor de la natura tiene tintes siniestros. Así las cosas, sepamos señalar quien son los enfermos, con violencia ante sus interrogantes, con el justo desprecio que merece quien ha perdido el derecho al respeto. No hay neutralidad posible, porque ni siquiera vivir lo es, pero bien es cierto que si nos roban el paisaje donde nos significamos, nos queda el corazón para reconocernos, para ser fieles a nosotros mismos, y con nuestros nudillos desangrar su teatro de la diversidad, e incinerar a ese lavabo que llaman cultura. Nadie dijo que fuera fácil, y no dudemos que tendremos lo que merezcamos.
“No me prediques la paz que la tengo miedo, la paz es la sumisión y la mentira; antes prefiero verdad en guerra que mentira en paz”.
Miguel de Unamuno

13 comentarios:

tofito dijo...

buenas...

casi casi lo he entendido todo, sólo tengo una pregunta para usted: a que se refiere con lo de "barrigas llenas"?

espero que tanto usted como el resto de El-Partido hayan pasado unas felices pascuas.

Rémora dijo...

Saludos caballeros. Felicito el año a los que siguen al pie del cañón en la lucha contra esta modernidad mal entendida y peor ejecutada en la que nos vemos inmersos.
Felicito especialmente al señor tofito pues a pesar de las divergencias que parece profesar siempre es raudo en las respuestas y continúa la lectura de este, a veces amargo, espacio.

Tres comentarios breves querría yo hacer al artículo de Ayax.
El primero es una objeción a un pequeño punto de su discurso: el romanticismo es patrimonio del guerrero. Siendo esencialmente cierto, debo advertir que no es exclusivo del guerrero el romanticismo, pues soy capaz de hallar tal en los campesinos, en los artesanos, en los hombres que llevan vidas reflexivas de santidad y en aquellos que son capaces de honrar a la tierra con su armónica vida.

El segundo comentario viene a raíz de la frase que habla de los zafios adolescentes que juegan a vivir con la cual estoy de acuerdo. Pues como bien demuestran los innumerables ejemplos de la vida cotidiana ya no nos tomamos la vida con el mínimo rigor necesario para merecerla y únicamente buscamos excusas hedonistas en nuestra aburrido obrar diario.

Por último solo quiero apoyar la idea de la imposibilidad de neutralidad ante tamaña ofensa a la naturaleza primera del hombre. Es necesario el combate y la aparición de la fuerza para que el movimiento de las cosas produzca algún tipo de esperanza.

ayax dijo...

Saludos cafres,
Participo, por alusiones:

"...el romanticismo es patrimonio del guerrero..., pues soy capaz de hallar tal en los campesinos, en los artesanos, en los hombres que llevan vidas reflexivas de santidad y en aquellos que son capaces de honrar a la tierra con su armónica vida." Sin nada que objetar a su comentario, emplee la expresión del guerrero como reaccion en el seno del vertedero moderno, en medio diametralmente hostil. Los ejemplos que usted menta participan afortunadamente de una armonía, que si bien valoro como usted, no encarnan esa rebedía a la que referí, aun gozando de mi respeto obviamente.

Tofito: refiero a una vida vegetalmente plana, de pura inquietud primaria, desprovista de alma, ese molde que crea irremediablemente el cemento, el show y las relaciones humanas propias de la gran ciudad.

Agradeciendo sus aportaciones, reciban un saludo en cortesía.

tofito dijo...

a rémora: gracias por su felicitación

a ayax: ¿difiere la juventud actual que usted describe de la que vivió usted/nosotros/nuestra generación?

ayax dijo...

Si, difiere.

tofito dijo...

pues tambiés estarà de acuerdo en que nuestra generación difiere a la de nuestros padres y la de nuestros padres a la de nuestros abuelos no?

ayax dijo...

Si claro,...Creo que mi entrada es clara en cuanto a idea, argumentación y razonamiento.No suelo ser austero a la hora de orientarme en mis participaciones. Por mi parte no habrá más observaciones.
saludos intempestivos

tofito dijo...

ok, respeto su posición, convicción y todo lo que usted quiera. Su entrada es clarísima en cuanto a idea y argumentación, en cuanto a razonamiento no se que entiende usted por esta palabra pero brilla por su ausencia en sus entradas, las cuales no se sostienen ni con puntales.

Hasta más ver

ayax dijo...

Ni el tiempo, ni la vida, ni mi todavía fresco sentido común, me consentido todavía precipitarme en la convicción de que opinar es un derecho, y de que toda opinión es digna y escuchable.Reflexiones introspectivas a parte....Ya que menciona eso de las ausencias que ni con puntales...Me parecen más insostenibles ciertas autocomplacencias,así como absurdos tonos de autosuficiencia, y la general-pero no por ello menos grosera e indigna- mala costumbre de arrojar frases,y conjugar palabras, con la satisfacción y el orgullo de creer haber criticado, o de sencillamente creer que se ha dicho algo...que misterios aloja en su fuero la vida eh? no le parece?la vida siempre nos esconde sorpresas, entretejidas en su genuina baza. A propósito de sorpresas:
Tambien suelen sorprenderme las aseveraciones ramplonamente gratuitas, que no menos revestidas de un tufillo indisimulable a impotencia, pero que no alcanzan a ser astutas con justicia.Devienen por contra, en mueca irónica con respecto a quien las esgrime.
Por otra parte, y siguiendo esta linia de hablar de todo un poco, a mi el respeto no me lo regalan, sino que lo conquisto, mirusté, rancios resquicios de una vida con carácter y personalidad. Sin acritud, vaya usted con Dios.

Barclay de Tolly dijo...

Sin la pretensión corporativista de reforzar la réplica de Áyax, pues su constatado acervo intempestivo no necesita auxilio alguno, y con la altura óntica, uno, dos, mil peldaños por encima, de aquel que vislumbra intuitivamente la estulticia, debo advertir al bloggero tofito que no se exceda en sus comentarios: hay formas mucho más elegantes de crear controversia que el faltar al respeto a un camarada que le entretiene gratuitamente y que, probablemente, le instruye y le ofrece nuevas perspectivas difícilmente halladas en el ciudadano medio. Considero inapropiada toda muestra gratuita de rencor hacia cualquier escrito de el Partido, como he comentado, el discernir debe efectuarse con clase y gentileza, ¡no somos franceses cojonones!

Rémora dijo...

Como no pretendo entrar en una polémica que se presume estéril y ya que la entrada original cita al señor Pérez Reverte, aprovecho para enlazarles un artículo del mentado en el que se critica la educación de nuestros jovenes:

http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_23dic07

Es interesante la capacidad que tiene este hombre para insultar con tanta clase. Aprendan un poco de él , por favor.

Rémora dijo...

Mi incompetencia y las pocas facilidades que se tienen en este espacio de comentarios me han impedido poner bien el enlace. A ver si ahora tengo más suerte:

enlace

ayax dijo...

Como ya apunte 2 intervenciones ha, daba por cerrada mi participación en cuanto a observaciones.
No hay polémica, sino esterilidad manifiesta, que no hago sino constatar, sin más.
Conocía la existencia del artículo, de hecho, ya lo había leído, pero agradezco su implicación. Espero seriamente, que no se me reproche falta de clase, porque en caso tal, si que es probable que las palabras den paso a otro tipo de dialogo mas contundente, menos dado a ambigüedades, tangible en definitiva.