domingo, 30 de diciembre de 2007

La obra galdosiana: Trafalgar




Señores,
Está en los confines de su terminio este año ya, así que inesperada resultará esta entrada, pero bien, la intempestividad tiene esas cosas, que va a contarles un servidor.
La literatura, bien saboreada, y selectamente escogida, es una herramienta de combate a no olvidar, y recordándoles que el libro es la espada del espíritu, como lucidamente alguien profesó, hallo oportuno mencionar una recién lectura que si bien-como no podía ser de otro modo-no discurre entre el boca a boca, ni agostinis, premios ni best sellers, rezuma honra en cada página, la honra irrebatable de los clásicos, porque este además es de casa. Me refiero a don Benito Pérez Galdós. Entre las tareas fundamentales de la formación del espíritu, la historia no es menos exigible y prescindible, y si como es el caso, la misma es novelada, acontece más fascinante si cabe asirse a sus páginas. Terminé hace unos dias el episodio-de 46 en total- primero, Trafalgar, que nos remonta a la misma batalla protagonizada por nuestros navíos en alianza hispano-francesa, contra la flota británica-con su famoso caudillo Nelson- por aquel año de 1805. Un relato contado desde la sencillez y profundidad del alma de un niño, y con su misma pasión de explorador, impregnada en de un generoso tejido de datos históricos, que nunca están de más, y una sobriedad en el tono del relato, honestamente realista. La cruda épica habita por igual, con escenas que cautivan:"Hijos míos: en nombre de Dios, prometo la bienaventuranza al que muera cumpliendo con sus deberes! Si alguno faltase a ellos, le haré fusilar inmediatamente, y si escapase a mis miradas o alas de los valientes oficiales que tengo el honor de mandar, sus remordimientos le seguirán, mientras arrastre el resto de sus dias, miserable y desgraciado." Y tambien reconocemos en el libro, la voluntad de un autor que refiere a historias de hombres, y es ella cosa de agradecerle, pues de ese modo el eco de sus palabras es vivo, tiene nombres y crónicas, no siendo así mero e inerte amasijo de datos y de neutral senectud. Bien caballeros, una ocasión de navegar en nuestra historia, con la percepción de un corazón ilusionado, Gabrielillo, que es nuestros ojos y piel, en esta aventura pasada, que si bien es novelada, en absoluto es ficción. Abordajes, amor, hombría, humanidad, y acción trepidante allende los mares, para quien guste.....y es que ya lo dicen, clásicos nunca mueren....
P.D:Animo a el Partido, y a fe que no reincidiré, a participar en esta sección de literatura recomendable. Sin más, reciban mis mejores deseos para este año nuevo que amanece, y que sea pródigo en virtudes y gestas, no menos pleno que este que se escinde, y que nos siga brindando a diario la oportunidad de hacernos más fuertes, y más dignos ante el Destino y la Historia,
salve!



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