sábado, 8 de diciembre de 2007

De paseo por Sevilla

Saludos caballeros, y reciban de antemano un sentido abrazo con el deseo de que sigan con los aceros desenvainados, reluciendo fe, afilada vista y precisión en el movimiento.
Hallábame escasas horas ha, respirando entre las calles del sur, suspiro de sol y leyenda, muy gratamente acompañado de mi mujer, con la piel envuelta del perfume de Sevilla. A raíz de este breve viaje, se me antoja oportuno compartir alguna que otra olor de aquellas que al vuelo cazamos, casi sin darnos cuenta, pero que sin duda afectan nuestro olfato, no menos que a nuestro afecto.
El privilegio de echarse una andadura cuando asoma el frío es la descongestión de las calles y paseos, almenos en lo que a criaturas ávidas de souvenirs, adictas a la fotografía, y obsesas del mapa, refiere. En estas, úno puede recorrer con soleada tranquilidad el barrio de la Macarena, Triana, o paralelo a las mejillas del Guadalquivir, sin frívolos atisbos de folklorismos prefabricados, eso es, escuchando la voz de los azulejos que poblan las callejuelas, la declaración inmortal del Alcázar, cuna de AlfonsoX, a cuyo padre FernandoIII, vencedor de musulmanes, hicieron santo y patrón, conociéndoselo más tarde como San Fernando. Podemos tambien imaginarnos las noches de picaresca, refriegas y mojadas que acontecían entre aquellos que al amparo del derecho de asilo* poblaban el Patio de los naranjos, y ni que decir tiene, la visita imprescindible a la Catedral, continente de la sepultura de Colón.... Arremango ya mis brazos en este punto: Debo confesar que mi ánimo es poco tolerante para con aquellos que no muestran ni el más mínimo respeto hacia la voz de las piedras y muros, testigo y eco del pretérito. Sin eufemismos-y posiblemente disten los que leen de mi parecer- no concibo asomarse al corazón de una catedral, y ametrallarla de flashes, así como ora tambien a sus frescos, ora a sus Santos y Virgenes. Los Templos-créase o no en la verdad de lo que representan y albergan- no son lugares del mismo orden que un zoológico, y es más adecuado un silencio austero, o un escepticismo humilde o una religiosidad ambigua, que una conducta zafia como la de quien se pasea como si estuviera en un parque de atracciones, cuya conducta-y lamentablemente sonaré exagerado- es un insulto. A propósito de ello tampoco hizome mucha gracia la pintada que unos mierdas dejaron registrada fuera de una Iglesia-"nadie se enterrará nunca por la Macarena, casas viejas resiste"- en clara alusión a su religión del "okupismo". Sin comentarios. Con tanto ir y venir de modas, supongo que algún día se andará la de los puñetazos en defensa del Patrimonio, más que nada, para que algunos paguen de vez en cuando el precio de su libertad-y la nuestra de responder a afrentas-. Bien, tanto van los pájaros a la fuente.....no?
"Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la noche." Marcelino Menéndez Pelayo
*En tiempos- y no sólo ellos y no sólo en las Españas- de nuestro Siglo de Oro, los delincuentes podían "cobijarse" de la ley en suelo sagrado, siendo tal lugar de amparo y protección, conociéndose así.

4 comentarios:

tofito dijo...

saludos, estoy de acuerdo con usted en lo que dice referente a los templos. Siempre hay que guardar un silencio que nos deje disfrutar del magnifico espacio que encierran, ahora que también una foto se podrá sacar no?

ayax dijo...

Saludos tofito,
Soy-y ha sido un increscendo- radical respecto a este tema, al menos si permanece entre nosotros la consideración de templos, y si como apunté, no son estos algo del orden de puro material-pues ahi se rezó y reza- y si concedemos entre sus paredes la existencia de un aliento de verdad metafísica.
El panorama se me dibuja grotesco sino es así, pero si todavía son templos, de Dios, y voz de nuestra historia y espíritu, radicalmente apuesto por una negativa. Fotos dentro no, pues aun si se entrase con un ánimo estrictamente estético, la cámara se torna innecesaria por igual. Conste pero, que comprendo y me sorprendo por igual, las reticencias en relación a esta mi postura.

Coronel Kurtz dijo...

Saludos intempestivos que hago extensos a toda la hermandad del blog!

Don Ayax, estoy totalmente de acuerdo con su postura acerca del que podriamos llamar, síndrome del turista-domingero. Me repatea ver tanto en monumentos o en parajes naturales la manada de Coroneles Tapiocas con sus camaras digitales que al hacer cuatro fotos (antes de mirar incluso lo que están fotografiando) ya buscan el cobijo de un restaurante, donde alli se regocijarán mirando una y otra vez su camarita, sentados en su grasiento culo.
La miel no está hecha para la boca del asno.

Me complace verles tan prolíficos en sus escritos, sepan que aquí un servidor les degusta con interés, celebrando su estilo certero y su rico léxico.

La intempestividad sea con vosotros.

ayax dijo...

Saludos coronel kurtz,
Bienvenido sea, y bienhadado, a estos lares. Saludos diestros pues, y celebraremos toda la aportación que pueda generar.
Salve!