martes, 27 de noviembre de 2007

Ante el pasado y sus restos

El pasado nos lega sus cargas. Sus pesados recuerdos, sus tradiciones e imposiciones morales. Ante algunas de ellas hemos de claudicar, aceptarlas y tratar de hacer que se respeten con todas nuestras fuerzas. Son pesadas y difíciles de entender a veces, pero la sabiduría de muchas generaciones ha de ser una garantía. Otras cargas por el contrario han de ponerse en duda y hemos de estar en disposición de rechazarlas para renovar de ese modo parte de nuestro futuro.
Si rechazásemos como algunos proponen toda nuestra historia, si nos creyésemos todas la mentiras que vamos creando para reforzar nuestro presente estaríamos condenados a un futuro sin fundamento ni una base firme.
Esta breve reflexión viene a cuento de que, leyendo a Cioran, he pensado en lo que nos lega la tradición cristiana y, con él, he rechazado la compasión.

La compasión no compromete a nada; de ahí que sea tan frecuente.
Nadie ha muerto en este mundo a causa del sufrimiento de los demás.
En cuanto a quien pretendió morir por nosotros, no murió: lo mataron.


Me gustaría aprovechar para aplaudir la iniciativa de Ayax por hablar de Patrick Pearse y quiero animar al resto a que nos hablen de esos personajes que seguramente han filtrado parte de su ideario y de sus acciones en la mentalidad colectiva de este pequeño grupo de insurrectos que es el partido.

Cioran perteneció a la Guardia de Hierro rumana, Marinetti fue un futurista. Ojala algún día se nos recuerde como a ellos por haber sido capaces de poner en entredicho algunas de las cosas que nuestro presente parece dar por concluidas y asumidas. ¡Seamos siempre intempestivos!

1 comentario:

ayax dijo...

Saludos bélicos,
Celebro-y mas si cabe, tratandose de vos- la reflexión acerca del imperativo histórico de responder de nuestro pasado, y participar con nuestro respeto y voluntad de modo que nuestra acción no devenga en intromisión, sino en noble perpetuación de una gesta.
Dicho esto,sugiero una interpretación y reflexión-acerca del pasaje de Cioran- que sinceramente escasea de ánimo alguno de controversia.
1.-Por un lado,"La compasión no compromete a nada" Si por compasión concedemos que sea fe en la justicia y aversión a lo que la perturba, puede que comprometa.
2.-"de ahí que sea tan frecuente"
Aquí no sólo suscribo las palabras sino que afirmo que tanta blasfemia ha soportado nuestro legado, que sólo han dejado respirar al ala mas rancia del cristianismo, eso es, su faz izquierda, lo más laico-racional y racionalizable-, con el permiso de la dictadura de lo políticamente correcto.
¿que hay pues de la majestuosidad de la ermita, la cruz, presidiendo el monte?¿que hay de la ética caballeresca, baluarte de honor?¿que hay de la solemnidad del latin resonando en la catedral?¿que hay de la reconquista?....
SIGLOS DE AUTORIDAD APLASTAN CUALQUIER VOCECILLA IMPERTINENTE, CUALQUIER OMBLIGO ORGULLOSO