lunes, 22 de octubre de 2007

Drogas, ¿con o contra?


Con la esperanza, la espectativa y ánimo de generar un más que seguro debate, y en relación a la iniciativa de Rémora de asentar una solidez doctrinal, es mi propósito arrojar la cuestión de la droga en este artículo. Conste ante todo que esto no es una critica a la embriaguez en si misma, sino precisamente la evidencia de su pérdida de sentido,de su prostitución y la constatación de que viste los ropajes mas superficiales y artificiosos.

Ni que decir tiene que hoy día es de uso y dominio público-en el ámbito de nuestra generación- tanto el consumo, la apología como la sensibilidad de que el consumo de la droga es un derecho, y más aún, un puente legítimo de conquista de las más variopintas experiencias.

Así las cosas, y desde la convicción de lo qué es, debe, y sobretodo, puede ser para su honra el hombre, mi postura, a pesar de que paradójicamente sea minoritaria es que la droga no es propia de señores, es ajena a espíritus aristocráticos, y en absoluto es conjugable con nada que pretenda libertad. Para resultar coherente, y en cierto modo justificar que en una "civilización de la libertad" la droga esté a la orden del día, quiero parafrasear a Otto Von Bismarck, quien apunta con clarividencia que "la libertad es un lujo que no todos pueden permitirse", y sólo desde esa premisa tiene sentido mi postura, y por ende, la comprensión de este razonamiento. "La libertad está en ser dueños de la propia vida" tambien decía Platón. Entonces podemos deducir por ahora, y en virtud de la autoridad que concedamos a estas aseveraciones, que no todos pueden ser dueños de la propia vida, y sin guardar en la recámara la parcialidad que orienta mis palabras, creo que podemos añadir que precisamente todos no pueden comprender aquella visión de la libertad que uno de nuestros poetas-Ramón de Campoamor-podía abrazar cuando decía que "la libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en hacer lo que se debe". La libertad pues, no es sino aquel aspecto que delata el grado de fuerza real de un hombre, la potencia del rugido de su voluntad. ¿Que fuerza cabe esperar en una voluntad truncada,que ha desaprendido tensar su mandíbula?

Precisamente y democráticamente lo que genera la droga a efectos reales son esclavos, criaturas con la voluntad menguada, sub hombres que no son dueños de si mismos.

El consumo de droga que conocemos, es de carácter marcadamente individualista, cuyo fin,- y me niego a cobijar eufemismos a este respecto,- es una huida, una alienación de risueña y fria máscara. Menciono esto último, por respeto a aquellas comunidades que desde un auténtico fundamento, sentido religioso, y horizonte místico, si se sirven de substancias(naturales) que acaso por diferir en forma y fondo de la urbana y occidental, merecerían otro nombre.
La droga,por contra de esta concepción noblemente ancestral, es aquí y ahora-hic et nunc-otra posibilidad más en el mercado y tráfico de pseudo experiencias, un producto de consumo, de calidad y valor puramente físico-mercantil, un juguete que daña y apreta hacia el pecho de la muerte. La droga nos inyecta letargia en aquello que nos recuerda o debería al menos, nuestra condición vital, puesto que nos roba la pasión, y no se qué debe ser sino la impotencia...

La droga es un perfecto combustible para el que cobarde, goza de estar preso de su pusilanimidad, y nunca está lejos del victimismo,de la autojustificación y de la conciencia de perdedor, como aquél que es incapaz todavía en la post adolescencia de acercarse a conocer a una mujer sin la seguridad que le reporta, esa comodidad tan moralmente débil del estado ebrio. No olvidemos por otro lado, que si, como parece ser, la razón más contundente que justifica la droga es su placer, el "hedonismo por el hedonismo", ello implicará que la perversión del gusto y la deformidad de todo lo noble y grande es un hecho consumado. Bien, me parece que esta es una cuestión harto interesante para la reflexión en general(y del Partido en particular). No pierdan vuestras mercedes la atención en esta curiosa casualidad que supone el rebozarse en la cultura de la libertad y el ocio, y de la misma manera arrojarse a las redes que conducen al hombre a su condición mas baja, a su estofa más vulgar.

Bien caballeros, saludos cafres y viriles.

8 comentarios:

Van der Mordor dijo...

"en el término medio esta la virtud" estas gratas, a la vez que sabias palabras, surgieron, precisamente, de un erudito que se manejaba entre sustancias. Pues bien de sustancias va el quiz de la cuestión.
Seria pernicioso elaborar un detallado discursus sobre las dogras, la contemporaneidad y lo humano via comentario, sin embargo esbozare mi convicción ante lo expuesto por mi camarada.
Estaria bien delimitar el campo de lo que opinamos que son drogas y trazar una definición, pero ello me resulta francés.
Delante del panorama de las bocas cubistas que se dibujan casi a diario en el mundo solo puedo expresar cierto pensamiento de tradición cristiana: Que Dios se apiade de sus almas.
Entrando en materia, la búsqueda del placer se ha convertido en el unico fin de la juventud occidental y globalizada, esto resulta de los mas obvio. Nadie tiene nada por que luchar y a veces me encuentro con seres que no aman nada más que no sea el mero placer sensorial. Las drogas y el mercado entran aquí en juego para satisfacer a estos "diablillos" que persuadidos sobre la gran libertad y derechos que poseen, no tienen nada.
Pero no todo son pastilleros de citroen saxo, ni cocainómanos o alcoholicos traumados por un diente de leche mal caído. Me he encontrado con gente que hazo un buen uso de las mismas, ews decir legítimo, es decir, anteponiéndose a sí mismo por encima del mero placer.
Sin embargo estas excepciones son escasas y teniendo en cuenta que las mayorías solo son importantes en democracia, voy a dar mi visión dictatorial.
Como buen ser totalitario imagino el problema en cuestión ante mi particular república. Sin temblarme el pulso mi decisión seria:

LAS DROGAS SOLO PUEDEN SER USADAS POR LOS ANCIANOS.

Quiero decir con esto que la juventud es voluble, manipulable, violenta, radical e ignora su condición mortal aquí y en la reublica popular de china. Los ancianos se encuentran en otro estadio, el fin de sus dias, la vida contemplada desde el calor del fuego, con pocas posibilidades de experimentar nuevas sensaciones. Es a ellos a los unicos que veo capaces de encontrar el término medio, la virtud.

Aunque claro, eso sería en mi república.

¿alguién tiene un Kalashnikov?

ayax dijo...

Agradezco la participación a vuestra merced, y comparto tambien la negativa indiscutible a razonar a la francesa.
Respecto al equilibrio como virtud, comparto consigna, pero tal vez no interpretación, pues si la vida nos quiere plenos, sanos y libres, como posibles conquistadores de nuestro destino, y como efectivos guerreros despejados y lúcidos, no veo lugar a "ese qué" que reporta la droga.
Por otro lado, con respecto a la cuestión de estar o no habilitado, todos sabemos que sin jugar con fuego no nos quemamos, y de hecho mi metáfora es inexacta y confusa, pues ni la droga es un juego, ni sus repercusiones son meras quemaduras.(Galicia, años 70)
Conozco de la aptitud de la razón y de la filosofía en su acepción más degenerada, que se ve capacitada para la justificación y defensa de todo, pero hay cuestiones reductibles a: serás tu quien le invite a tu hijo a conducirse por la senda y paraiso de las drogas?
Tambien,no quisiera perder el hilo y recordar que refiero constantemente, en contraposición al demócrata soso e indiferente, a un tipo humano ejemplar, eso es, superior, y que como tal, funciona en el equilibrio de la salud, que como tal, no es sino esclavo de aquello que por sagrado se lo exige, y que como tal se maneja necesariamente en absolutos, tal y como hace todo aquel que esté en el mundo real.
Finalmente, os reconozco la existencia de contadísimas sanas excepciones y no menos os recuerdo que la experiencia por la experiencia es una paja nihilista no ya de hereje, sino de desarraigado, crónica y patológicamente adolescente, huérfano de hombría.

saludos sinceros, abiertamente cerrado, su camarada Ayax

Rémora dijo...

Sin intentar entrar en una posición u otra (siendo incapaz de analizarlas en profundidad) solo expondré brevemente mi visión acerca de las drogas.

Como cualquier otro deseo, experiencia o decisión a tomar, las drogas han de tomarlas los fuertes de espiritu si esa es su inclinación. Su propia fortaleza les permite controlar los males derivado del uso de drogas.

Los débiles de corazón o temerosos
del mundo que los rodea que acaben consumiendo drogas, veran como son las drogas las que los consumen a ellos.

Por último quiero concluir del importante y necesario papel que las drogas juegan en la destrucción de agentes nocivos para una sociedad y por ello las veo imprescindibles en cualquier juego político.

Saludos camaradas

ayax dijo...

Celebro con satisfacción esta implicación de los camaradas.
Don Rémora, comparto su postura con respecto a los fuertes como señores de su vida, pues en tanto que tales, no pertenecen a la gama de "drogadictos", por otro lado, no es de recibo según me parece, democratizar la droga, pues genera un determinado pueblo, irremediablemente domesticado, en el sentido más bajo de la palabra, y me figuro que los aqui presentes firmariamos antes por una escuadra bélica o de efebos disciplinados antes que unos animales cuya dependencia averguenza a su estirpe y cuya estética los denigra en tanto que hijos de nuestra misma patria.
Respecto a la droga como escoba de la escoria, como brazo ejecutivo higiénico, no niego su verdad y funcionalidad, pero no creo que sea el modo, y antepongo la oportunidad de una formación autoritaria para evitar estas excreciones. Tal vez peca mi mirada de cultural o antropólogica, ....
Finalmente, deciros Remora, que como podeis figuraros, mi intención al contraponer posturas era explicitamente generar foro, depurar, y evidenciar los extremismos que convivimos en El Partido. Saludos recios

Marc dijo...

Señor Ayax,

el alcohol es droga?

ayax dijo...

Saludos intempestivos,
su pregunta me sugiere dos respuestas o lineas. Por un lado, asumo naturalmente que el alcohol pertenece a esa suerte de cultura gastronomico-lúdica y festiva, que tan tradicional es en y a las celebraciones y reuniones sociales españolas; desde una verdad tal, no osaría ni quiero condenar el alcohol a ese etiquetaje de droga, de puente individual a la alienación y al precipicio de la autodestrucción. Beber en comunidad pertenece al rito y al simbolismo de compartir sonrisas y camaradería, a la par que conversación.

Por otro lado, y ya en relación a la segunda linea que me sugiere su interrogante, veo a aquellos que hacen de la ebriedad su único estado de posibilidad, a esos residuos urbanos que hallan su consuelo depresivo en las barras y las botellas, y debo entonces referirme al alcohol como una droga, un virus que degrada progresivamente a ese subhombre esclavizado.
El alcohol deviene en droga por cuanto emigra de su contexto y zona, el de la conmemoración y la sociabilidad, la de la camaradería... por la de la soledad que quiere fugarse, la autocompasión más deshonrosa, la tristeza de quien enclenque no tiene fuerzas para ser dueño de si y delega su responsabilidad en una sustancia, en un acto cobarde, lejos del ocio, y vecino del hastío existencial.

Marc dijo...

Ok.

Entonces, espero que usted incorpore también a la primera línea las siguientes situaciones, que sin duda pertenecen "al rito y al simbolismo de compartir sonrisas y camaradería, a la par que conversación":

- Fumar marihuana "en comunidad"
- Esnifar cocaína "en comunidad"
- Consumir éxtasis "en comunidad"
- Consumir setas alucinógenas "en comunidad"
- Consumir LSD "en comunidad"

Todo esto si, para usted, lo que tiene valor es el "compartir sonrisas y camaradería, a la par que conversación". Si, además, llegáramos a considerar como positivas experiencias como la introspección, la paranoia, la inspiración, el replanteamiento de formas y pensamientos (por más que todas estas sean de forma inducida), se podría cambiar la expresión "en comunidad" por "en solitario" y mi pregunta se ampliaría a estos casos.

Muy interesado en su visión, y manifiestamente agradecido por su extensa respuesta, me despido.

ayax dijo...

Primeramente, cabe y es de justicia, pues su interpretación retórica pervierte el sentido y significado de las palabras,que haga más de un matiz. Matiz explicativo con el que también aprovecho para mencionarle que por costumbre(para mal o para bien) exijo como no me exijo menos a mi, honestidad.
1-Me cita usted, parafraseándome al contextualizar el consumo de alcohol "al rito y al simbolismo de compartir sonrisas y camaradería, a la par que conversación" deduciendo por ende, y gratuitamente, que bajo tales condiciones, o desde dichas premisas, yo debo considerar por igual lo que bajo tales preceptos participe de ello(como si al tratarse de un asesinato, al ser en camaraderia y entre sonrisas fuera por ello bueno...y yo automaticamente lo hubiese legitimado..).

2-Bien, posiblemente olvidó que antes que nada referí como autoridad-obviamente no la única-de mi postura, a la tradición ESPAÑOLA como madrina de mi respeto y comunión con el alcohol como elemento del ritual.Así pues, el carácter de familiaridad,"justifica" por cercanía, herencia y experiencia, la tolerancia inevitable para con el alcohol.

3-Por otro lado, y caigo en la lamentable necesidad de parafrasearme: "pues si la vida nos quiere plenos, sanos y libres, como posibles conquistadores de nuestro destino, y como efectivos guerreros despejados y lúcidos, no veo lugar a "ese qué" que reporta la droga" ...Creo que sin ambigüedades,también apuesto abiertamente por una clase de hombre que "no es sino esclavo de aquello qué por sagrado se lo exige", que no es pues, esclavo de esta peste moderna llamada droga.
De esto que le recién indico, se deduce que en absoluto legitimo, ni legitimé por defecto en mi anterior intervencion el hecho de:

- Fumar marihuana "en comunidad"
- Esnifar cocaína "en comunidad"
- Consumir éxtasis "en comunidad"
- Consumir setas alucinógenas "en comunidad"
- Consumir LSD "en comunidad"

(No entraré en su concepto de "comunidad" que probablemente diste del mío)
Pues por principio, el consumir ya pertenece al orden de encadenarse y participa de la visión de "la experimentación y el coleccionismo de sensaciones", que tan moderna es, y que por moderna se descalifica por si misma.

4-Por otro lado, y atiendo a su último apunte:
"Si, además, llegáramos a considerar como positivas experiencias como la introspección, la paranoia,..."
Puede usted dar el carácter-ficticiamente- poético y novelesco que le plazca a la "introspección".
Verá, los trastornos y distintas afecciones mentales, no son sino reflejo, a la vez que posible causa de mas, desequilibrios en el hombre. Y ante todo, problemas, problemas importantes que hombres tienen para llevar las propias riendas de su vida...No creo que le descubra nada.

5-Desde una perspectiva, como a la que usted se adscribe con su respuesta, intelectual, puramente ociosa y especulativa,podemos jugar a esbozar abstracciones y ejercernos en el onanismo que mas le guste,eso es, practicar el snobismo mas deplorablemente burgués..... pero tal no es el menester que creo que nos ocupa, al menos tal no es menester según mi modo de entender el pensamiento, la vida, y el modo de relación.
Agradecería que no se entreviera en mis palabras en absoluto, tono alguno de autojustifiación, sino generosa voluntad de comunicación, que ya declaro, no creará precedente.

Agradecido tambien, por posibilitarme depurar malos entendidos, y hacer debidos matices.Tambien le invito a que en una futurible participación en el foro, haga de su intervención una apuesta, una postura,siendo sus palabras una voz comprometida, pues ello hará más fructífero al foro. Sin más dilaciones,un saludo.


P.D:Lamento la extensión del comentario, pero he procurado que fuese proporcionado para tener justa claridad con respecto a la réplica,y minimamente explicativo por necesidad.